¿Por qué el niño no quiere vestirse por la mañana?

Hay niños que se cruzan de brazos por la mañana y se oponen a todo. Es un no a todo, desde desayunar hasta cepillarse los dientes, desde ponerse los zapatos hasta quitarse el pijama. Pero el mayor «no» es vestirse. Todo lo que le ofreces no es de su gusto y lo que era bueno ayer de repente ya no le gusta hoy. ¿Porque? ¿Por qué el niño no quiere vestirse por la mañana? Os lo desvemos a continuación.

¿Por qué el niño no quiere vestirse por la mañana?

Llega un momento en la vida de todo bebé o niño pequeño en el que comienza a reafirmar sus gustos personales y su carácter, por lo que si tu hijo tiene entre 2 y 4 años, seguramente se negará con rotundidad a que por ejemplo le des la mano mientras vais por la calle, a sentarse recto en la mesa, pero sobre  todo a ponerse la ropa con la que deseas vestirle por las mañanas para ir a la escuela.

La buena noticia es que este es un comportamiento normal . De hecho, puede ser una señal de alerta si tu hijo en edad preescolar no demuestra algún tipo de asertividad. En su mayor parte, negarse a usar determinada ropa es una etapa de desarrollo perfectamente saludable. Puede comenzar tan pronto como a los 18 meses y, a menudo, alcanza su punto máximo como decimos, entre los dos y cuatro años.

Niños con problema de procesamiento sensorial

Pasar por una fase de negación o de rebeldía es como decimos algo del todo normal y puede ser el principal motivo por el que el niño no desea ponerse la ropa que le damos por la mañana, pero existe otro motivo que nada tiene que ver con la personalidad y sí con las sensaciones.

Algunos niños no pueden procesar la información sensorial que están experimentando, algo que se conoce como problema de procesamiento sensorial. Si bien existe un gran debate sobre si el trastorno del procesamiento sensorial debería ser una condición de diagnóstico por derecho propio, una cosa es cierta: los niños en edad preescolar con este problema no procesan el tacto de la misma manera que la mayoría de las personas. La prenda incorrecta puede doler o molestar hasta el punto de distraerlo y de ahí que no se quiera vestir por las mañanas.

Los problemas de procesamiento sensorial a menudo se hacen evidentes en la infancia , que es cuando muchos niños comienzan a tener crisis de vestuario que muchos padres confunden con la antes explicada fase pasajera. Los niños con este problema sensorial, sin embargo, a menudo también son sensibles a otras cosas, como la luz, el sonido o el movimiento, y la fase no pasa rápidamente.

Ya sea que esté tratando con un niño en edad preescolar típicamente obstinado o con un niño con problema de procesamiento sensorial, eso no significa que esté condenado a interminables rabietas matutinas. La forma en que los niños afrontan sus problemas con la ropa depende en gran medida de cómo responda su padre o su madre. Si se irrita, podría agravar la situación. Así que es mejor no verlo como una lucha, sino como una oportunidad para demostrar paciencia y coherencia.